Debido a la crisis sanitaria que vivimos a nivel mundial, la educación se ha visto notablemente perjudicada. Desde los niveles iniciales hasta la educación superior el impacto que ha tenido el estar fuera de las aulas ha perjudicado tanto los avances pedagógicos, como la interacción social y las relaciones interpersonales que son tan importantes para el desarrollo de niños, adolescentes y jóvenes.
Es por ello, que han surgido diversas propuestas y formas de llevar la educación a casa. Los establecimientos educacionales han puesto todos sus recursos (físicos y personales) para llegar a todos los hogares (o a la mayor parte de ellos al menos) de diversas formas, para acompañar a niños y jóvenes en su proceso educativo. Sin embargo, esto no ha tenido los resultados esperados, debido a diversos motivos como: falta de conectividad, trabajo demandante de los padres, falta de motivación, entre otras.
De acuerdo con la encuesta realizada por la Universidad de Chile en diciembre del año 2020 sobre “Experiencias educativas en casa de niños y niñas durante la pandemia COVID 19” es posible señalar que existen proporciones muy importantes de familias afectadas seriamente por la pandemia, tanto en términos de salud como económicas. La mayoría de las personas (60%) declaró que sus familias habían vivido alguna situación crítica en el hogar durante la pandemia, por su parte el 27% de las encuestadas y encuestados declaró la muerte de algún familiar o amiga/o cercana, el 25% la pérdida del trabajo remunerado, el 15% problemas económicos graves, un 6% afirma que, al menos, una persona en el hogar se ha enfermado de COVID y un 3,6% se ha visto enfrentado a separaciones o divorcios.
Porcentaje de hogares cuyos integrantes han vivido una o más situaciones críticas durante el confinamiento.
Fuente: Elaborada a partir de datos “Experiencias educativas en casa de niñas y niños durante la pandemia COVID-19” CIAE-UCHILE.
La educación inicial ha sido una de las más afectadas, debido a que los niños y niñas en edades preescolares no son autónomos, por lo que necesitan intervención y apoyo directo de un adulto responsable, quien guíe su proceso escolar, monitoreando avances, motivándolos y preparándolos para la adquisición de sus aprendizajes. También está el hecho de que muchas familias creen que al ser tan pequeños “no es necesario” o “no afectará” si no participa de la enseñanza formal. Cuando en realidad los primeros años de vida, son la base para todos los aprendizajes que los niños irán adquiriendo a lo largo de su vida, ya que, es ahí cuando se forman las bases para los diferentes aspectos de su vida, tales como: establecer mayor cantidad de conexiones cerebrales, conocer su cuerpo y definir sus gustos, aprender a socializar de manera adecuada, iniciar la construcción de la personalidad y el lenguaje que permitirá la comunicación, adquirir la autonomía e independencia, entre otros.
Es por lo anterior, que el rol de la familia una vez más, cumple un papel fundamental en la educación de niños y niñas. Siendo primordial su compromiso en este proceso, para que puedan aprovechar al máximo sus primeros años, que son fundamentales para la estimulación en su desarrollo. También es importante aprovechar el uso de la tecnológica para poder mantener el contacto con sus pares, intercambias opiniones, expresar sentimientos y emociones, etc.
Por su parte, el aspecto socioemocional, también ha sido duramente golpeado producto del distanciamiento social, el cierre de escuelas y el cierre o prohibición de los espacios de recreación y esparcimiento, que han generado entre otras cosas el aislamiento social y en muchos casos generado que niños y niñas se tornen más tímidos e introvertidos.
Si bien es cierto que son muchos los factores que han afectado la educación, es posible abordar y/o mejorar algunos aspectos con acciones que se pueden realizar en el hogar. Es por ello, que, en el próximo artículo que publicaremos, podremos revisar algunas orientaciones que nos sugiere el ministerio de educación para apoyar a las familias en el aspecto socioemocional, siendo esta la base para afianzar los demás aprendizajes y contenidos fundamentales en el proceso escolar.
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